La "familia" más siniestra.
- Andy Vaam
- 13 ago 2015
- 5 Min. de lectura

Una de los misterios más grandes a los que han tenido que enfrentarse psicólogos e investigadores de todo el mundo, es aquel que trata de comprender hasta dónde puede ser manipulada una persona. Si de verdad existiera el libre albedrío, ¿Hasta qué punto alguien puede actuar de manera independiente y sin ser sometido, al menos parcialmente, por otro? ¿Cuál es la magia de aquel que puede seducir y engañar a otro individuo, a tal punto de lograr un crimen o, peor, la muerte. Charles Manson es un personaje que ha sido estudiado por cientos y cientos de psicólogos y psiquiatras, para intentar deducir, al menos un poco, una respuesta a estas preguntas.
Es que, es difícil entender cómo alguien puede perder por completo su moralidad, solo por servirle y por satisfacer los caprichos de otra persona. Aunque sea difícil de creer, esta gente existe y Charles Manson, en especial, ha logrado reclutar a más de veinte de estos, para que estén a su completa merced. Y los resultados han sido verdaderamente espantosos.

La historia de un criminal.
Charles Manson nació el 12 de noviembre de 1934 en Cincinnati (EEUU). Hijo de Kathleen Maddox, una soltera de 16 años que se quedó embarazada de un coronel que se desentendió del niño y de la madre.
Se consagró criminal a los pocos años de vida. Con solo trece años, asaltó una tienda de comida a mano armada, pero fue descubierto y encerrado en un instituto del que escapó cuatro días después, con un compañero. En el camino de regreso a casa, Manson y su amigo cometieron otros dos delitos a mano armada. En 1951, tras una serie de arrestos y fugas, Charles Manson fue enviado a prisión por conducir un vehículo robado. A finales de 1952 ya había ocho cargos contra él. Fue transferido a otra prisión y liberado en 1954 por buen comportamiento.
Sin embargo, volvió a ser arrestado por robo de vehículos y por falsificación de cheques. Por aquella época, y nuevamente en la cárcel, comienza su formación esotérica y posteriormente a utilizar conceptos de la filosofía oriental.
Fue liberado en marzo de 1967 y se trasladó a San Francisco, donde reunió a un grupo de seguidores a los que se referiría como “La Familia”. Y es aquí donde el tren descarrilado, comienza a destruir.


La familia.
Al principio, “La familia”, parecía ser un simple grupo de recreación. Los integrantes eran amigos uno de otros y todos obedecían a su gran maestro. Charles los “guiaba” espiritualmente y los invitaba a fiestas privadas donde solo asistían quienes querían ser miembros de su pequeña secta. Los participantes del grupo vivían en completo libertinaje y despropiados de todo bien material. Ellos decían ser completamente libres gracias a Charles Manson, pero lo que no sabían, lo que realmente ignoraban, era que se habían convertido en completos esclavos de un psicópata serial.
Con el tiempo, el grupo comenzó a perder los estribos. Charles obligaba a sus seguidores a tener relaciones forzadas, a viajar junto a él por todo el país y a concretar golpes y amenazas a personas que él considerara “poco gratas”. Pero el momento más escalofriante fue, sin duda alguna, cuando Manson se ofendió con el famoso director de cine Roman Polanski y ordenó a su secta, asesinarlo.

El asesinato de Sharon Tate.
La noche del sábado 9 de agosto de 1969, Charles Manson, Patricia Krenwinkel, Susan Atkins y Linda Kasabian se dirigieron a una residencia de “Cielo Drive” en Beverly Hills, California, para asesinar al clamado director de cine. Sin embargo, hubo un error de cálculo que resultó crucial. Roman Polansky no se hallaba en casa la noche, por lo que no pudieron concretar su crimen. Sin embargo, decidieron dejar, a su víctima, un mensaje sumamente perturbador.
Las acólitas de Manson mataron salvajemente a Sharon Tate, la esposa de Roman Polanski, que estaba embarazada de ocho meses. La mujer recibió dieciséis puñaladas, de las cuales once fueron a manera de tortura y cinco de ellas, según el forense, mortales de necesidad. Dejándola morir desangrada, la colgaron del techo junto a Jay Sebring que estaba, esa noche, de visita en su casa. Sus otros invitados, Abigail Folger y Voytek Frykowski, fueron apuñalados en los jardines exteriores de la mansión.
Antes de entrar, habían disparado dando muerte al joven Steven Parent, que abandonaba la casa en ese momento. Linda Kasabian, seguidora de "La Familia", recibió más tarde inmunidad por dar información contra el grupo.
Se ha especulado mucho sobre el móvil de este crimen, que aún hoy no está demasiado claro. En principio se dijo que la elección de la casa había sido casual. Se sabe que Manson ya había estado en aquella mansión por lo menos en dos ocasiones.
Se dice que el posible móvil fue el rodaje de la película de Roman Polanski, “Rosemary's Baby”. El director había sufrido amenazas de grupos esotéricos de la época a causa del rodaje, ya que trataba un tema polémico como era la práctica del satanismo entre las personas de la élite estadounidense y el advenimiento de un hijo del diablo, al igual que Dios envió a Jesús a la Tierra.
Cuando Susan Atkins abandonó la casa cogió una toalla y la empapó con sangre de Sharon Tate y la usó para escribir en el exterior de la puerta principal la palabra "pig" ("cerdo").

Asesinato de los LaBianca
La noche siguiente, Manson entró en la casa del empresario Leno LaBianca y su mujer Rosemary en las afueras de Los Ángeles. Tras asegurarles que él no les haría daño, los ató y dejó entrar a Tex, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten, quienes mataron a la pareja, apuñalándolos.
En las paredes aparecieron escritas con sangre las frases "Rise" (Álcense), "Helter Skelter"(nombre de una conocida canción de The Beatles) y "Death to pigs" (Muerte a los cerdos).


El día que se hizo justicia.
Los crímenes de Tate y LaBianca, no fueron los únicos de “La familia” Manson, pero si fueron los más famosos. A pesar de esto, la policía nunca descubrió los autores de dicho homicidio. Susan Atkins, la integrante más importante de la secta, fue detenida por el asesinato de un profesor de música y fue en la prisión, donde se jactó, ante sus compañeras, de haber sido parte del homicidio de Tate y LaBianca. Esta declaración resulto ser fatal, ya que, de ese modo fue como la justicia logró llegar hasta el autor intelectual de todos los crímenes: Charles Manson.
Manson no había estado presente en los asesinatos, pero fue sentenciado por conspiración y autor intelectual el 25 de enero de 1971. Durante su proceso penal, el reo se defendió a sí mismo y convirtió las audiencias en actos circenses y de alto contenido mediático.
Algunas de las frases que pronunció durante el juicio se volvieron tristemente célebres, y muestran el afán de sensacionalismo que lo embargaba. En defensa de sus seguidores expresó: “Ustedes me han dado a mí sus hijos, ustedes les han enseñado. Yo sólo he tratado de ayudarlos a levantarse, todo lo que han hecho estas criaturas lo han hecho por amor a sus hermanos”.



Estas tres mujeres que caminan cantando y sonriendo, libres de toda culpa, son tres de las más famosas homicidas de "la familia", luego de haber sido condenadas.

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