El portal a lo maligno.
- Andy Vaam
- 18 jun 2015
- 2 Min. de lectura

Nos encontramos en Rumania. Allí existe una ciudad llamada Cluj-Napoca, un núcleo urbano que tiene como singularidad, estar rodeado de bosques tan bellos por las mañanas, como viles y tenebrosos por las noches. Entre estos bosques, existe uno en particular, llamado Hoia-Baciu, un lugar tan penumbroso, que generará en ti, un pavor insoportable con solo pisar las primeras ramas caídas y hojas secas. Como si la energía estática te alcanzara desde el suelo arañando tu piel y tus sentidos.
Hoia-Baciu, es el bosque más conocido de la zona, pero no por su belleza, sino, todo lo contrario. Los vecinos de Cluj-Napoca afirman que es maligno, que allí ocurren cosas inexplicables e inenarrables. Dicen, incluso, que es un portal extraño hacia otra dimensión irreconocible por el hombre, perturbable, desorbitante. Dicen, es un portal hacia el más allá.
Quienes han logrado caminar por el bosque, afirman haber sentido nauseas, fuertes dolores de cabeza, mareos, picos de ansiedad. Incluso, han llegado a denunciar erupciones cutáneas y quemaduras en el cuerpo, cuyo origen son, simplemente, inexplicables.

A diferencia de los otros bosques que rodean Cluj-Napoca, en Hoia-Baciu, gran parte de la vegetación sufre una extraña deshidratación. Hay zonas en que, de la noche a la mañana aparecen árboles carbonizados, o con tallos u hojas con necrosis.
Los pobladores afirman que, en una zona concreta del bosque, son frecuentes las presencias extrañas. Es en esa pequeña meseta donde, según dicen, quién se anima a cruzarla, acaba desapareciendo.
Existe un solo caso comprobado, donde se habla de un pastor que desapareció en Hoia-Baciu junto a sus 200 ovejas. Sin embargo, se reportan millones de casos que nunca fueron comprobados. Hay quienes hablan de espectros con ojos fulgurantes y sombras oscuras que se deslizan.


La historia más famosa de Hoia-Baciu.
En agosto de 1968, Emil Barnea, un técnico militar, quiso pasar unos días en el bosque de Hoia-Baciu junto a su familia y amigos. No hizo caso de las advertencias, y se adentró en el bosque pese a sus miedos De pronto, escuchó los gritos de sus familia y amigos. Al llegar junto a ellos, fue testigo de algo que nunca jamás podría olvidar…
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